Nunca crei en la chimenea prendida,
la comida a las siete lista,
las vacaciones familiares,
el anillo siempre ostentoso en el dedo,
el levantarse en la manana rutinaria de la misma persona...
Pero tampoco creia en la belleza de tu ser,
ni en el sortilegio producido por el roce de tu piel,
no te creia real...
dudaba de tu existencia.
Te encontre como lo que habia buscado
y te soñe a mi lado diariamente...
no creo en la chimenea,
ni en la comida,
ni en el anillo...
Creo en las manos unidas
como que fueran de la misma carne,
sonreir al encontrarme con tu mirada,
sentir tu mano rozando la mia,
dormir a tu lado,
abrir los ojos...
y volver a sonreir
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