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Te veo en lo lejano de esta tierra bañada de cenizas,
con un gesto imperceptible como liberadas las manos;
miro al cielo mientras espero que te acerques,
olvido el miedo y perdono los daños;
creyendo que después de todo siempre hubo algo...
Cierro los ojos y desapareces, te pierdes, te busco;
continúo con la espera interminable
para que des la vuelta y regreses.


Entretanto seguiré encontrando los tréboles equivocados.

one

So before I end my day remember

My sweet prince

you are the one

A traves del espejo

Volví a creer
por ingenua
(como siempre)
regresé a la estupidez y a la ceguera.
Pero ya no me interesa tu mano,
ni tu boca, menos aún tu cuerpo;
¡nunca me interesaron!
Yo estaba al otro lado,
seguramente frente a un espejo…
hablaba con tu imagen que ahora opacas
en intentos de iluminarla,
cuando te interesa nuevamente mi mano,
mi boca y mi cuerpo…

Pero las relaciones con espejismos
me cansan, me aburren…

Así que me voy,
me marcho, te dejo…
con un reflejo que me pertenece
pero no me gusta…

No necesito ni vestir el alma…
¡no llegué a desnudarla!

Lágrimas de sal

No sé si quiero quedarme dentro de esta historia
desconozco su final;
arriesgarme a darme de bruces
nuevamente contra el espejo, que creí eras tú.

Cierro los ojos para sentirte más cerca;
con el miedo presente a que te desvanezcas
entre la niebla.

Te digo en voz baja que me esperes,
y repitas las palabras que sabes me acercan a ti.
No las escucho.

Te estiro la mano con la intención
de sentir tus dedos tembloroso aún.
No llego a tocarlos.

Trato de que las palabras
salgan al menos en un susurro de mi boca.
No se produce ningún sonido.

Las lágrimas de sal
recorren tu rostro en mi cabeza.
Trato de abrazarte para recordarte que no me he ido,
y no pienso hacerlo.

Doy un paso hacia ti
para sentir tu piel.
No la alcanzo,
doy uno más,
estiro la mano nuevamente.
Pero no siento nada.

Abro los ojos pensando descubrirte
antes de que caigas en el abismo.
No te encuentro.
Trato de llegar a ti a tientas.

Mis palabras no llegan a cortar
mis labios cuando las pronuncio.

¿Me escuchas aún?

Me descubro sola, repitiendo tu nombre
en un sonido que empieza a desaparecer.

¿Me sientes aún?

Te llamo, te busco,
no escucho tu voz, no siento tu mano,

Empiezo a entender que es en mi rostro
por donde resbalan las lágrimas de sal
que creí pertenecían al tuyo.

Desperdicio

Y después de creer, y sonreír,
solté una mano;
me dejé libre para correr hacia ti,
convencida de tus palabras.

Llegué a mirarte más de cerca
soñando en la unidad
pensando en un futuro de armonía y luz.

Me arriesgué a mí misma para darte todo.

Y recibí tus ojos…
mirando un horizonte en el que no me encontraba;
sin siquiera mover la vista.

¿Sentías pena? ¿Tenías miedo?

No te estaba robando la vida,
solo quería que la compartas conmigo…

when the music is over

Cancel my subscription to the Resurrection

Send my credentials to the House of Detention

I got some friends inside

=)

I wanna drive

Until we get lost

Lie in a field staring up at the sky

While you point out the southern cross

Somehow I know

Without asking why

That you love me more in a minute

Than anyone could in a lifetime

Dancing in the parking lot

While the band plays inside

Sweep me off my feet

(...)

We dont need no preacher man reading from a good book

And I dont want no fancy dress

Aint no ceremony

For the vows that I took

From the moment I met you

I have been blessed

So lets make a toast

And drink up the wine

Heres to you lying here next to me

Until the end of time

Wherever you are

I wanna be

And anything that means anything to you

Means everything to me

Sneaking out the back door

While they are throwing the rice

And theyll talk for weeks

But we are all we need

Desde la ventana...

Me recuerdas a un filtro transparente
resplandeciendo en plena tarde...

Tengo flashes regresivos,
el humo emanado de tus labios,
colores cubriendo tu cabeza,
agujeros sobre los pies,
movimientos constantes de tu mano hacia tu boca,
tus zapatos levantándose continuamente del piso
al no-ritmo de un ska tarareado mentalmente,
tu voz preguntando cantidades numéricas
a las que respondo intuitivamente
mostrando el brillo ridículo bajo mis párpados,
creyendo que cuando el sonido llegase
sería tu voz la que viajara
más no tu alma
y que el movimiento constante de tu mano
cambiara de pronombre
convirtiéndose en primera
que tus labios no emanarán sólo humo
sino palabras que burlen la distancia entre los míos.

...y su existencia es fugaz,
no logré tocarte,
porque tu fragilidad enceguece.

Traslación

Es que de pronto empecé a creer…
y di un paso más;
pensando en que es verdad,
en que la rotación no existe,
que estamos inmóviles ante un mundo
que nos abofetea por la espalda.

A pesar de haber sido
detenida por ingenua,
y seguir corriendo…
no creía en la belleza de los ojos…
ni al darme de bruces contra el espejo.
Llegué a comprender
que la igualdad no escoge…
entendí agotada
que existen personas
que son tan desgraciadas…
¡como yo!

41

Desvanecí tu olor
en el frío de la madrugada
sentada desnuda en el piso,
y mas tarde tu imagen
mientras caminaba de tu mano,
preguntando el ¿y ahora que?,
pero nunca supiste responder…
El silencio borró tu mirada
y tus llamadas nunca contestadas
(porque no quise)
secaron el diluvio.

Las huellas nunca fueron creadas
ni en las manos,
ni en el cuello,
ni en la boca,
ni en los muslos…
¡y menos aún en el vientre!

doce metros

No te me acerques a más de once metros a la redonda,
porque tu piel me llama, me tienta explorarte
con mis siete manos y mis cinco bocas…

No te me acerques a más de once metros a la redonda
para no necesitar un mapa de tu cuerpo
y poder recorrerte sin perderme.

Mantente lejos…
quiero mantener la cordura
y la ropa.

49

“Y dejo puertas abiertas, por si regresa algún día (…) el corazón en la mesa y la cama dispuesta de noche y de día” Elefante.

Quería oír de tu boca
donde estaba parada;
no porque no sabía,
lo había visto ya…
pero no es lo mismo.

No soy partidaria de los puntos medios,
pero era en lo único que creías.
No era justo estar adentro;
mientras tú estabas en la puerta,
sin querer entrar ni salir,
solo mirando,
como cada vez entraba más.
Pero tu mirada estaba afuera,
no en mí.
Ya no me reflejaba en tus ojos,
tú estabas más allá…

Sin salirme,
te di la espalda,
y te veía de sin mover la cabeza
por si te dabas la vuelta,
pero no lo hiciste…

Yo solo te sigo mirando,
desde adentro
con la inútil esperanza
de que regreses la mirada…