martes, 31 de julio de 2007

58



Cegada como siempre,
decidí hacer de manos y pies
para que esto nos lleve a algún lado…

Comprendí que no era suficiente,
mis brazos no aguantan mi peso y tu vacío…

Mis dedos están cansados
de acariciar al viento,
y mi voz de gritar tu nombre,
repetir tal eco indefinido…

Tus labios me cortaron
y tu cuerpo está calado en mi cráneo,
como un labial indeleble…

Parece que mi tacto
se desvaneció de tu espalda
sin dejar huellas ni olor…

¿Recuerdas mis dedos resbalando por tu cuello?
¿Recuerdas el sabor de mi boca?

Sólo te siento como en un silencio lejano;
tu voz en un susurro preguntando mi nombre…

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