Es que de pronto empecé a creer…
y di un paso más;
pensando en que es verdad,
en que la rotación no existe,
que estamos inmóviles ante un mundo
que nos abofetea por la espalda.
A pesar de haber sido
detenida por ingenua,
y seguir corriendo…
no creía en la belleza de los ojos…
ni al darme de bruces contra el espejo.
Llegué a comprender
que la igualdad no escoge…
entendí agotada
que existen personas
que son tan desgraciadas…
¡como yo!
y di un paso más;
pensando en que es verdad,
en que la rotación no existe,
que estamos inmóviles ante un mundo
que nos abofetea por la espalda.
A pesar de haber sido
detenida por ingenua,
y seguir corriendo…
no creía en la belleza de los ojos…
ni al darme de bruces contra el espejo.
Llegué a comprender
que la igualdad no escoge…
entendí agotada
que existen personas
que son tan desgraciadas…
¡como yo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario